El retraso en los pagos afecta al 90% de las empresas europeas
Los mayores niveles de morosidad de los clientes domésticos se dan en Italia y Grecia, donde alcanzan casi el 50% del valor de las facturas.
Contradiciendo los pronósticos de los economistas más optimistas, el nivel de quiebras de empresas en la zona euro permanece un 66% por encima de los niveles previos a la crisis. Un hecho que tiene mucho que ver con que cerca del 90% de las compañas de Europa Occidental haya padecido en el último año el retraso en los pagos de sus clientes empresariales, según el Barómetro de prácticas de pago, distribuido por Crédito y Caución.
La morosidad afecta al 40% del valor de las facturas entre empresas. Los mayores niveles de morosidad de los clientes domésticos se dan en Italia y Grecia, donde alcanzan casi el 50% del valor de las facturas. En clientes de exportación, la morosidad más alta se registra en Reino Unido: 46%.
En España, el 87% de las empresas experimentaron la morosidad de sus clientes, que afectó al 42% del valor de sus operaciones. El efecto dominó de la morosidad es más intenso en España que en los mercados de su entorno: un 30% de las empresas, seis puntos más que en Europa, deben retrasar sus propios pagos a proveedores, y un 20% se ve obligado a incrementar sus préstamos bancarios.
En este entorno de alta insolvencia, se ha incrementado el porcentaje de empresas que atribuye la morosidad de sus operaciones domésticas a la insuficiente disponibilidad de fondos de sus clientes: del 51% de 2015 al 58% actual. En las operaciones de exportación, este porcentaje también ha crecido, hasta el 40%.
Las empresas de Europa Occidental parecen muy conscientes de la necesidad de proteger la rentabilidad de su negocio contra el riesgo de impago. El 43% de las empresas españolas están menos dispuestas a vender a crédito a sus clientes empresariales. A nivel europeo, aunque el 45% no modificará su combinación de herramientas de gestión de riesgo, cerca del 35% comprobará la solvencia más a menudo y el 33% incrementará los chequeos del historial de los clientes.
Andreas Tesch, CMO de Atradius, afirmó: “Se espera que en 2016 las condiciones del mundo empresarial continúen siendo difíciles en muchos mercados avanzados. Debido al aumento de la incertidumbre que llega del exterior, en la mayoría de los mercados solo se prevé una pequeña mejoría en los niveles de insolvencia. (…) Con este telón de fondo, una cartera de clientes diversificada y un buen control de la gestión de facturas y del seguro de crédito pueden ser de gran valor para limitar los riesgos de impago y garantizar el crecimiento de la empresa, también en momentos difíciles para la economía”.