El estudio en el que participa S21sec consiste en el establecimiento de
criterios de evaluación, comparación de los sistemas biométricos
actuales y aquellos que se encuentran en estado de prototipo. En
definitiva, lo que persigue es crear una metodología sistemática de
evaluación y auditoría que pueda ser usada por la empresa como extensión
natural de su actividad exitosa en otras áreas de la seguridad digital,
investigar las carencias de estos sistemas y los efectos sociales de uso
cotidiano de sistemas de autenticación biométrica orientados a la
seguridad.
Según S21sec, los métodos no biométricos, como
contraseñas o claves, los certificados digitales o los tokens tienen
algunos aspectos negativos, ya que se pueden olvidar o perder, robar y
se pueden suplantar fácilmente, etc. Frente a esto, los métodos
biométricos, al pertenecer al ser humano, como puede ser la huella
dactilar, el iris, la voz, la firma o el ritmo de golpeo del teclado no
pueden ni olvidarse ni perderse, además de no costar dinero su posesión,
por lo que su empleo está creciendo y evolucionando vertiginosamente.
Igor Unanue, director técnico de S21sec, señala algunos inconvenientes de los
sistemas biométricos darse de alta no es siempre tan sencillo, ya que
no es inmediato y hay que obtener más de una muestra, además, de
depender del cambio constante de nuestra fisonomía y continua es
necesario disponer de dispositivos biométricos adecuadamente instalados
y prestar mucha atención a la seguridad de los mismos ya que en la
actualidad presentan importantes problemas de seguridad.
La
biometría es un sistema automático para determinar o verificar la
identidad de un usuario en tiempo real mediante su comportamiento o
características fisiológicas y permite controlar el acceso de usuarios a
áreas reservadas, aplicaciones o servicios e identifica a la persona
(identificación personal, datos personales, etc).
Métodos
biométricos como la firma de documentos eran utilizados en el siglo XIV
por los chinos, pero la investigación de las tecnologías biométricas
orientada al mercado empresarial y de la seguridad es muy reciente
aunque en aumento exponencial. En Estados Unidos el 6 por ciento de las
compañías utilizan tecnología biométrica, supusieron un gasto en el año
2000 de 110 millones de dólares y tienen tendencia creciente. Europa
sigue el mismo camino, por lo que fomentar actividades en esta área es
una decisión estratégica de la empresa y el centro involucrado.
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