La guerra entre Samsung y Apple llevaba ya unas semanas manteniendo un perfil bajo, sin dar muchos titulares y dejándole la actualidad tecnológica a otras firmas. Pero esta semana ocurría algo importante: Samsung presentaba el esperadísimo Galaxy S4 en un evento que ya se vio en sí como un pequeño ataque a Cupertino. La presentación se hacía en Nueva York: Samsung quiere conquistar Estados Unidos.
Y es que, si bien Samsung es el fabricante de smartphones líder a nivel mundial, Apple todavía gana en casa. Según datos de ComScore, en enero de 2013 había en 48,9 millones de iPhones en uso en Estados Unidos, frente a los 27,7 millones de smartphones Samsung. Y la tendencia parece que va a continuar por ahí, con los datos de crecimiento favoreciendo también a Cupertino y en diciembre de 2012, por ejemplo, los usuarios compraron casi medio millón más de iPhones que de smartphones Android en general.
La visión de los analistas, no obstante, es que este desequilibrio puede deberse a la llegada del iPhone 5 en septiembre y al hecho de que Samsung no tuviese ningún gran anuncio nuevo con el que competir. La llegada del Galaxy S4 podría darle la vuelta a la tortilla y Samsung quiere claramente hacerlo, conquistando por fin el mercado estadounidense. La pregunta es, ¿debería Apple tener miedo?
Los nervios de Apple
No se sabe si es que están nerviosos o simplemente fue coincidencia, pero horas antes de que Samsung presentase el Galaxy S4 algo inusual ocurrió: Apple atacó directamente a Android. El ataque vino de la mano de Phil Schiller, jefe de marketing de Cupertino, que aseguró en una entrevista que la experiencia Android “no es tan buena como la de un iPhone” y que los servicios de los teléfonos no funcionan bien de forma integrada.
Es bastante poco normal que desde Apple se hayan explayado así para hablar de lo mal que funciona Android (Schiller explicó que para conseguir lo mismo que en un iPhone en un smartphone con el sistema operativo de Google había que registrarse en “cien cuentas distintas”), cuando la compañía suele abstenerse de hablar de la competencia. Apple normalmente opta por no mezclarse en este tipo de disputas verbales, dando por hecho que sus productos hablan por sí solos. Especialmente desde que Tim Cook está al frente (Steve Jobs era algo más beligerante).
¿Significa esto que en Apple le tienen miedo al Samsung Galaxy S4? ¿Tanto miedo como para tener que salir a explicar por qué un iPhone es mejor? Que Apple haya perdido la confianza en sí misma no es ninguna buena noticia, especialmente en una época en la que se empieza a cuestionar que haya perdido la magia. Todo se verá, por supuesto, dentro de unos meses, cuando haya datos sobre las ventas del nuevo smartphone de Samsung en Estados Unidos. Hasta entonces, habrá que esperar.
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