Aunque llevamos años oyendo hablar sobre pantallas OLED flexibles, por mucho que lo fueran, al final la junta en el medio terminaba destruyendo poco a poco la pantalla por esa zona.
Ante esta situación el equipo de Samsung ha buscado otra solución que resulta mucho más barata y ofrece un mejor resultado. La idea es utilizar un formato de libro con dos pantallas OLED rígidas y sobre cada una de ellas un cristal protector.
Para permitir que sean flexibles en el medio se utiliza silicona y el sandwich de estas 3 capaz se hace de tal manera que una OLED queda 1 mm por debajo de la otra mientras que el cristal táctil está a la misma altura. Esto permite que al abrirse ambas caras queden prácticamente pegadas y con tan sólo una pérdida de tan sólo el 6% de brillo en la junta.
Crearlas es tan sencillo y barato que podría suponer el principio de los tablets formato libro de manera estándar y permitiendo grandes pantallas en tamaños muy compacto. Vosotros qué decís ¿os gustaría tener un tabletbook?— Dani Burón [Fast Company]
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