Samsung: "Mis negros siempre van a ser más negros" (Especial Cariño, he encogido la pantalla)

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La tecnología White LED es, para empezar, ecológica como ella sola. No es que esté fabricada con caña de bambú (aunque sí está libre de mercurio), sino que tiene un consumo muy bajo. Una pantalla de 55 pulgadas consume lo mismo que un LCD de 32: 100 w en funcionamiento (el de 46 pulgadas).

En cuanto a la calidad, además de una mejora en la retroiluminación y la eliminación del efecto de la luz ambiente, su capacidad de contraste es en teoría mucho mayor. En la práctica, hay que decir que los negros, en efecto, se veía muy negros. Por último, su grosor es menor de 3 centímetros. Y, acompañado por un sistema de montaje en pared que también le permite no sobresalir demasiado, se camufla (más o menos) en tu pared.

Los nuevos televisores LED y los LCD comparten, por otro, el sistema de gestión de medios que han dado en llamar media@2.0. Permite la conexión a ciertos servicios de Internet que ofrece Yahoo, así como YouTube (pronto) y un sistema de Widgets, posee el estándar DLNA inalámbrico (que, en teoría, permite la transmisión de vídeo HD de forma inalámbrica) y una librería de contenidos. Además, permite la conexión de una llave USB y la gestión de los contenidos de audio, vídeo e imágenes que haya en ella.

En cuanto a los precios, para que os hagáis una idea, el LED serie 6.000 de 40 pulgadas cuesta 1.599 euros y el de la serie 7.000, 1.799. A mí me cuesta pensar en gastar más de 1.500 euros en una tele, pero en comparación con lo que se puede encontrar, no está nada mal. — Rafa M. Claudín

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Autor: rmcdf