El magistrado Paul Grewal ha considerado que Samsung “desatendió su deber de prevenir la destrucción de pruebas relevantes“.
Estas pruebas serían correos electrónicos de empleados de la compañía en los que presuntamente podrían encontrarse testimonios conducentes al esclarecimiento del contencioso Apple/Samsung. Según Su Señoría, la empresa coreana podía haber hecho más de lo que hizo para conservarlos y que no se perdieran, arrojando así la sombra de la duda.
Samsung se ve obligada a explicar las razones de su política de empresa con respecto a las comunicaciones que obliga a borrar todos los emails al cabo de dos semanas. Incluso cuando todo el litigio dio comienzo Samsung continuó adelante con ese procedimiento, siguió borrando emails que quizá podrían haber ayudado a aclararlo todo.
Por supuesto esto no quiere decir que la decisión de continuar borrando correos electrónicos fuese intencional y dirigida a enturbiar la posible obtención de pruebas, pero sí pone de relieve el magistrado californiano lo conveniente que ha sido para Samsung este proceder. ─[The Wall Street Journal]
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