Sanyo ha presentado un expediente de regulación de empleo que afectará a 44 de los 70 trabajadores del centro de Barberá de Vallés, en Barcelona.
A partir del 31 de marzo se suspenderán las actividades de comercialización y distribución de sus productos de electrónica de consumo desde su filial española, y subcontratarán un centro de logística con una red comercial externa.
Marc Sodupe, director Comercial y de Marketing de Sanyo, ha explicado que crearán una oficina, también en Barcelona, en la que trabajarán 12 personas, y el centro pasará a depender de las instalaciones que Sanyo tiene en Alemania, donde trabajan unas 60 personas que controlan 22 países europeos. Tras esta reestructuración, el único país con filial propia será Reino Unido, en donde no habrá cambios.
Sodupe ha informado que se trata de conseguir eficiencia ante la continua caída de los precios de los productos, “derivada no sólo de la competencia de Corea sino también de las agresivas campañas que imponen grandes cadenas de distribución”, tal y como recoge EFE.
El directivo ha negado que los despidos estén relacionados con la reciente fusión con Panasonic, ya que ésta no será totalmente efectiva hasta dentro de tres o cuatro meses.
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