“Aunque te adviertan dónde puedes fallar, a veces tienes que verlo por ti mismo”

Ayer se celebró en Madrid ScaledUpSpain, un evento para emprendedores organizado por VentureNYOut y Skaled en el que Itespresso participó moderando una mesa con tres emprendedores: Iñaki Berenguer, cocreador de Pixable y Klink, Luis Sanz, de Olapic y Ben Askew-Renaut, cofundador de Packlink. En el panel los tres nos contaron cómo empezaron en el mundo del emprendimiento, sus barreras y cómo ven los ecosistemas español y americano.

Con 38 años Berenguer ya ha vendido dos startups, la aplicación Pixable fue comprada por la teleco asiática Singtel en 2012 y a su herramienta de Big Data Klink (junto a Collective) la adquirió ThinkingPhones en enero. El emprendedor cree que para que no nos timen a la hora de un exit es clave que haya más que un comprador, que el deal sea ‘competitivo’. “Si no lo compran ellos, creen que hay otro que lo va a comprar. Y si no pagan lo suficiente, hay otro que va a pagar más”. Al margen de eso, hay que tener claro que “tu asset aporta algo al comprador que no tiene en su portafolio”.

Luis Sanz y su equipo supieron ver con Olapic una oportunidad de negocio con los selfies mucho antes de la famosa foto de la gala de los Oscar. “Empezamos en 2011 e Instagram había lanzado en 2010. Empezamos simplemente con una necesidad casi propia, en un grupo de gente grande todo el mundo quería las fotos de todo el mundo. Fuimos iterando varias veces”, explica.

Por su parte Javier Bravo y Ben Askew-Renaut han tenido con Packlink la valentía de entrar en un sector algo anclado al pasado, el de la logística, lanzando un comparador de envíos y firmando acuerdo con actores clásicos como UPS o DHL. “Estamos en esta época de transición donde los transportistas controlan su mercado a un modelo donde hay intermediarios que intervienen para facilitar la compra”, ha explicado Ben Askew-Renaut. “Es muy interesante este fenómeno del consumo colaborativo y de que la gente se ponga a comprar paquetes. Es inevitable esto de que los particulares hagan todo. Los diez años que vienen van a ser años de regulación”, señala el cofundador de Packlink.

El factor clave para seducir a un inversor

¿Qué tiene más peso para engatusar a un business angel? ¿Un buen equipo, una buena tecnología o los números? Normalmente se dice que el factor humanos es el más importante, sin embargo, muchos inversores solo miran las cuentas de resultados y la masa crítica.

Iñaki Berenguer opina que todo depende de la fase en la que se encuentre la startup. “Cuando quieres empezar una empresa y quieres hacer una ronda seed o una ronda A es muy importante tener un equipo potente y tener una razón muy buena de por qué te quieres meter en un sector, explicar muy bien porque se ha abierto una nueva oportunidad”, comenta Berenguer. “Cuando quieres levantar más de 1 millón necesitas un poco de números para demostrar que estás resolviendo una necesidad que existe y tienes números para probarlo”.

Luis Sanz también cree en el poder de los dígitos. “Si tus números son buenos y siguen creciendo todos los meses da igual que en tu equipo no haya nadie, que el producto esté cogido sin alfileres si está creciendo tu número de usuarios o tu revenue. Obviamente cuando vas escalando, tienes que ser capaz de cubrir todos los agujeros”, señala el cofundador de Olapic.

En la misma idea insiste Ben Askew-Renaut. “Para convencer a un inversor hace falta una buena presentación, buena ropa, es importante llevar zapatos supercool”, bromea “Tienen en cuenta quién eres y si les caes bien, pero si les caes mal y tienes buenas cifras, también vale”.

Diferencias entre Silicon Valley y Silicon Alley

San Francisco sigue siendo la Meca de la tecnología, el lugar dónde todo emprendedor sueña con visitar alguna vez. Pero Nueva York es otra estupenda y vibrante ciudad para acceder al ecosistema estadounidense con multitud de ventajas. Una de ellas es que hay menos startups que rivalizan por conseguir financiación. “Sí que es cierto que hay mucho más capital en Silicon Valley, pero también los deals son mucho más competitivos porque hay muchas más startups allí. En números absolutos hay muchos más fondos y más capital, pero no necesariamente más accesible” apostilla Sanz.

“Yo creo que ya hemos llegado al punto de globalización en que puedas levantar desde Nueva York. Casi todos los fondos tienen si no oficina en Nueva York algún tipo de presencia semipermanente o permamente”, subraya el cofundador de Olapic.

Otro factor para decantarse por la Gran Manzana es la mejor conexión que existe con España. “Desde San Francisco es muy difícil venir a España. No hay vuelos directos. Al final pierdes el contacto con el país, son nueve horas de diferencia y resulta difícil venir. Nueva York tiene un montón de vuelos directos”, señala Berenguer.

Silicon Alley también puede ser un buen sito para montar empresas en algunos verticales. “A nivel tecnológico, hay muchas startups de consumo y gente muy buena en marketing. Si quieres emprender en ciertos sectores, también es una ciudad muy recomendable para áreas como la tecnología aplicada a las finanzas, tendencias, moda, etc”, explica el creador de Klink.

Pero San Francisco tiene algo que es más complicado de encontrar en Nueva York: los emprendedores salen por debajo de las piedras y hay perfiles fáciles de cubrir. “Lo bueno que tiene Silicon Valley es que te permite encontrar gente, un buen equipo antes. Allí hay gente que ya lo ha hecho antes, que ya ha cometido todos los errores que tú vas a cometer o estás a punto de cometer” matiza Sanz.

Para nuestro pesar, En España no tenemos un Silicon Valley ni tampoco un Nueva York, pero las dos ciudades principales están mejorando mucho a nivel de startups. “En los últimos años la competitividad que tenéis entre Madrid y Barcelona está haciendo que ambos ecosistemas mejoren mucho”, explica Askew-Renaut. “En principio la gente de fuera quiere venir primero a Barcelona, pero luego Madrid gusta mucho. La cultura española despierta interés y si la empresa es buena, la empresa es buena. Pero sigue siendo un reto encontrar talento similar al que puedas encontrar en otros sitios”.

Aciertos y errores

Muchos dicen que para ser un emprendedor de éxito al menos hay que fracasar una vez con una empresa. No todos echan la vista atrás y analizan en qué han fallado y que han hecho bien. En ScaleUpSpain hemos querido hacer balance con estos tres cofundadores. “Considero un acierto haber estado en entornos competitivos, con gente con la que aprendas. El hecho de rodearte con gente con inquietudes te hace ser mucho más ambicioso, porque no te permite relajarte. Hay gente que lo hace mejor que tú y eso te permite a ti ser mejor”, señala Berenguer. Luis Sanz coincide con el creador de Pixable. “Hay que salir de la zona de confort. En este mundillo todo el mundo te empuja a intentar superarte e ir a por algo más y no acomodarte”, afirma.

Para Ben, solo hay triunfo si se consigue vender una empresa. “Los fundadores dan lecciones de vida, pero no puede hacerse que tenga éxito hasta que hayan tenido un exit. Levantar dinero y crecer plantilla es algo, pero no significa que hayas tenido éxito”, considera el creador de Packlink.

Emprender no deja de ser un ensayo-error continuo y las primeras veces se cometen muchos fallos. Uno de ellos es montar startups con amigos en lugar de con gente que tenga perfiles válidos o experiencia. “Equivocarse contratando es algo natural y le pasa a todo el mundo, pero sin embargo, luego hay que saber solucionar ese error y despedir a esa persona”, manifiesta Sanz. “Equivocarse es parte del proceso y equivocarse un montón de veces es parte del proceso también. Hay que asumir que la has cagado y rectificar. Muchos de los errores que hemos cometido no serán porque no nos lo han advertido, pero aún así tienes que estar allí y hacerlo tú o si no, no te lo crees”.

Askew-Renaut reconoce que uno de sus principales errores en Packlink fue haber firmado un contrato de tres años para su nueva sucursal de Alemania una semana después de aterrizar en el país. “No hay que emocionarse mucho y pensar que vas a dominar el mundo. Tienes que ser realista. Al principio, cuando empiezas a tener un poco de éxito te vuelves un poco loco. Piensas en hacer 23 o 25 países en el primer año, pero luego vuelves a la realidad”.

Ambición VS Humildad

Siempre se dice que EE.UU es la tierra de las segundas oportunidades, un lugar donde fracasar está bien visto e incluso se premia. Pero no en todos los casos. “En EE.UU te las dan si has puesto lo mejor de ti. Si fallas porque has robado, has actuado de forma no leal, o porque te han dado fondos y te has dedicado a subirle el sueldo a todo el equipo sabiendo que no lo podías hacer, entonces eso no ocurre”, revela Berenguer. “Todo lo que tenga que ver con corrupción es más tajante que en España. Tu carrera se ha acabado. Punto.“, le apoya Sanz.

Hay una gran diferencia cultural entre España y EE.UU, porque en América se educa a los niños para que sean todos muy ambiciosos. “En EE.UU todos tienen las mismas oportunidades y todos los niños quieren llegar a ser presidentes del país. Pero en España si eres ambicioso y dices que quieres llegar muy lejos, se ve mal. Hay muchos refranes sobre eso. Uno de los valores principales de la cultura española es la humildad. La humildad es casi lo más importante de todo, se dice incluso de algunos deportistas”, destaca Berenguer.

Hay que pensar en grande, pero vivir en pequeño. El ecosistema emprendedor es un pueblito donde todos se conocer y dónde vale el boca a boca. “El mundo del emprendimiento es muy pequeño. Y que te toquen muy reputación es muy importante. Tu manera de hacer las cosas influye mucho en tu reputación en general y la gente que invierte dinero en empresas se basan muchísimo en referencias y en gente que conoces y cómo haces las cosas”, explica Askew-Renaut.

“En Francia si tienes éxito tienes que esconderlo un poco, como pasa en España. Pero poco a poco las cosas de América están llegando a todas partes. Vamos a ser más ambiciosos, nos vamos a gustar nosotros mismos y yo voy a hablar de mí una hora aunque tú no me quieras oír, porque es un tema muy interesante…”. bromea el cofundador del comparador de envíos.

Alberto Payo

Redactor jefe de ITespresso.es. Comunicador audiovisual y periodista digital desde hace más de una década y tecnológico desde hace casi 7 años. Dentro de las TIC, interesado por la movilidad, las startups, los emprendedores y las apps. Fuera de ellas, aficionado al cine, la fotografía, los cómics, los viajes y los monólogos.

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