Hasta hace pocos años al plantearnos contratar un servicio de hosting teníamos dos opciones: u optar por un alojamiento compartido, donde un mismo servidor era compartido por muchos clientes (en ocasiones cientos), o un servidor dedicado, donde podíamos contar con toda la potencia de un máquina íntegramente dedicada a nuestro proyecto.
En cambio, hoy día la oferta es infinitamente más amplia. Por una parte, los clásicos alojamientos compartidos han evolucionado en la mayoría de los proveedores hacia entornos Cloud donde clústers de servidores dan servicio a todos los clientes.
Con esto, los proveedores pueden atender de manera dinámica las necesidades de procesamiento de los entornos compartidos, e incluso priorizar recursos entre los planes de más calidad y los de uso personal de bajo coste. Por otra, tenemos un gran elenco de soluciones dedicadas (VPS, Cloud, administrados, etc.) que debemos conocer y tener en cuenta para tomar una decisión acertada.
¿Cuándo necesitamos un servidor dedicado?
La respuesta a esta pregunta no siempre es fácil, pero hay dos factores clave: nivel de prestaciones y necesidades de personalización. En general, para proyectos online que precisen manejar un volumen muy elevado de tráfico o capacidad de procesamiento (p.ej. para grandes bases de datos), la opción ideal es contratar alguna solución dedicada que nos permita garantizar un entorno controlado donde los recursos sólo sean nuestros, y no dependamos de otros factores. La segunda opción, también muy habitual, es que necesitemos funciones o configuraciones personalizadas para nuestros proyectos que no nos ofrece un entorno compartido.
Hemos de tener en cuenta que los entornos compartidos de los mejores proveedores ofrecen en general un alto rendimiento, y son capaces de soportar cargas de tráfico o procesamiento elevadas. Sin embargo en estos entornos los proveedores optan por configuraciones de seguridad, control de acceso, versiones de los distintos servicios en ejecución (p.ej. PHP), backups, etc. ajustadas a lo que consideran más oportuno. Así, si nuestra Web necesita un determinado motor de base de datos, un entorno de ejecución concreto, una política de backup personalizada, o simplemente ajustes específicos de PHP, la opción más lógica es buscar una solución dedicada.
Eso sí, trabajando con servidores dedicados hay que valorar que necesitaremos sí o sí contar con conocimientos técnicos o recursos internos/externos para gestionarlos. Desde las actualizaciones de seguridad más básicas y necesarias, hasta el control de las copias de seguridad, ajustes de configuración y control de la seguridad para protegerlos contra ataques de hacking. Este último es probablemente el punto más delicado, pues cuando contratamos un servidor dedicado los proveedores nos suelen ofrecer imágenes de instalación estándar para el sistema operativo que elijamos (Windows, o diferentes distribuciones Linux). Estas instalaciones, antes de poner el servidor en producción, nos obligarán a actualizar componentes y securizar/parametrizar la configuración del servidor para dejarlo listo para su uso. Es más, dado que lo más habitual, recomendable y económico es optar por dedicados ejecutando Linux, esta puesta en marcha no está al alcance de todos.
Soluciones dedicadas disponibles
Conociendo lo anterior, llega el punto de elegir la solución dedicada que mejor se ajusta a nosotros. Vamos a repasar las soluciones que hoy por hoy nos puede ofrecer cualquier gran proveedor de hosting, con sus ventajas e inconvenientes pero, en siendo en todos los casos, entornos dedicados sólo para nosotros. Para ello hemos tomado como base los productos de 1&1, uno de los proveedores de hosting más grandes de Europa, y que ofrece prácticamente todas las posibles soluciones dedicadas disponibles en el mercado:
1) Servidores Virtuales:
Se denominan comúnmente VPS (Virtual Private Server), y no son más que máquinas virtuales ejecutándose a través de un hipervisor como VMware ESX, Xen (libre) o Hyper-V de Microsoft. En estos casos, un servidor real ejecuta de manera simultánea un número determinado de máquinas virtuales sobre un mismo hardware real.
La ventaja más interesante de los VPS es que ofrecen precios muy ajustados, que parten de los 5-10 €/mes para las versiones más simples. El principal problema es que al ejecutarse sobre el mismo hardware múltiples VPS, por mucho que nos garanticen una determinada cantidad de RAM o de ciclos de CPU, como nuestro VPS se encuentre sobre una máquina real muy sobrecargada o con “vecinos” que expriman sus recursos, lo habitual es que nos encontremos un nivel de rendimiento muy variable.
Por tanto, básicamente son recomendables como entornos de experimentación y prueba, o para proyectos pequeños que precisen las ventajas de un dedicado, pero no necesiten un rendimiento elevado o una garantía de disponibilidad de recursos.
2) Servidor Cloud:
Es una versión de los anteriores, pero con ventajas muy importantes. En este caso se trata también de una máquina virtual, pero ejecutada sobre un clúster de servidores montados en Cloud. Esto supone que la carga de trabajo se reparte entre múltiples máquinas que gestionan sus recursos de manera centralizada y generalmente con sistemas de almacenamiento asociados de alto rendimiento.
La principal ventaja es que en un Cloud los recursos son realmente garantizados, la fiabilidad máxima (la caída de un servidor no hace que el Cloud se venga abajo) y sobre todo las posibilidades de expansión: podemos crear nuevos servidores Cloud de manera muy sencilla, o redimensionar la CPU/RAM/Disco de los que ya tenemos en cuestión de minutos. Esto hace que podamos irlos dimensionando (tanto hacia arriba como hacia abajo) según nuestras necesidades, ajustándose el coste del entorno a nuestra realidad. Así, en momentos de mayor demanda podremos disponer de una ingente cantidad de recursos y pagar en consonancia, y en momento de mínima actividad reducir dichos recursos y ahorrar dinero.
Su coste de partida en general es mayor, pero podemos tener uno desde unos 30 €/mes, una cifra que compensa ampliamente si tenemos en cuenta sus posibilidades.
3) Servidores Dedicados:
Aquí ya hablamos de máquinas reales asignadas a nosotros en exclusiva, por lo que sería la solución dedicada “pura”. En proveedores como 1&1 podemos hacernos con uno sencillo desde unos 20-30€/mes, por lo que el coste no es un problema. Su principal ventaja es que podemos hacer exactamente lo mismo que con cualquier servidor que tuviéramos en nuestra mesa: instalar cualquier sistema operativo, y disponer al 100% del hardware para nosotros solos.
Ahora bien, como comentábamos antes, tendremos que gestionar y mantener íntegramente la máquina, sus actualizaciones, copias de seguridad y ocuparnos de que funcione adecuadamente. Por ello, si el tema técnico no es una barrera para nosotros, un servidor dedicado es la mejor solución para obtener el mayor rendimiento a un precio ajustado o poner en producción proyectos donde se requiera un elevado nivel de personalización.
Eso sí, como nos ocurriría en los VPS, si necesitamos más recursos o incrementar aspectos como la RAM o la capacidad de almacenamiento, tendremos que migrar a una nueva máquina con una configuración más potente.
4) Servidores Administrados:
Esta es una variedad de los anteriores, y que no todos los proveedores los ofrecen (en 1&1 sí podemos encontrarlos). Se trata de un servidor dedicado al que no tendremos acceso completo a la línea de comandos. A cambio, el equipo técnico del proveedor será el encargado de actualizar, arreglar y mantener en perfecto funcionamiento la máquina. De esta forma podremos desentendernos hasta cierto punto de la gestión/mantenimiento, pero disfrutando de recursos completos y de la posibilidad de solicitar la instalación de componentes concretos y realizar ajustes a medida de nuestras necesidades.
En estos casos es importante leer la letra pequeña, pues hay aspectos de la administración que en ocasiones no están incluidas (p.ej. las copias de seguridad suelen ser un extra), por lo que es importante tener claro que se incluye y que no para no llevarnos sorpresas desagradables. Lo que sí hay que tener claro es que el proveedor aplicará al menos un 10-20% de incremento en el precio mensual a cambio de su trabajo de gestión y administración. A cambio, vale la pena, sobre todo en caso de máquinas con Webs en producción, pues en caso de cualquier problema será el proveedor el encargado de repararla con servicio 24×7.
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