Para conseguir este curioso sistema se han unido dos cosas, por un lado el trabajo de Chris Vik programando un Kinect para permitirle controlar un secuenciador y sintetizador Midi. Por otro la adaptación del órgano del Melbourne Town Hall para accionar las válvulas usando Midi.
Combinando ambos elementos y convenciendo a gente para acompañarle, se consigue el resultado del vídeo que habéis visto, aunque bien es cierto que queda un poco extraño.
Ya hemos visto a Chris en otros experimentos musicales con Kinect, aunque normalmente era con música electrónica y moviéndose como el último guerrero, no emulando al fantasma de la ópera.
¿Habéis probado alguno de vosotros estos experimentos musicokinecteros? En kinectar podéis descargaros el software y empezar a probarlo, eso sí, manejadlo con moderación, no vaya a ser que con la emoción de producir música breakbeat os descoyuntéis algo. [The Register]
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