Así funciona Siri en iPhone5 con iOS6 [Exclusiva: prueba a fondo, parte IV]

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Después de tener nuestro primer contacto con el iPhone5, comprobar cómo resulta operar con él, comprobar el funcionamiento de las otras dos novedades que traía en la caja, el conector Lightning y los auriculares EarPod, quedaba dedicarle el espacio que se merece a una de las prestaciones estrella que en su día se presentó para el modelo anterior de smartphone de Apple y que ahora, en español, con procesador más potente y versión actualizada del sistema operativo está en condiciones de dar de sí todo lo que promete.

Una vez que pasan los primeros días en que el uso es aún vacilante en su doble acepción, comienzas a darte cuenta de que Siri probablemente suponga una revolución en el uso de dispositivos móviles casi mayor que la pantalla táctil. Y más cómodo y seguro porque ya no necesitas ni tocar ni casi mirar al terminal.

Hablábamos de inicios vacilantes en una doble acepción. Por un lado la vacilación propia de no saber aún del todo cómo funciona algo ni hasta dónde pueden llegar sus posibilidades, por otro lado el vacile de mostrarle a los amigos lo que puede hacer nuestro nuevo asistente  vocal inteligente, más allá del ya clásico ejemplo de preguntarle al teléfono “¿necesitaré un paraguas mañana?” y que te responda mostrándote en pantalla la previsión meterologíca para tu zona con el aviso pertinente de si lo necesitarás o no en función de dicha previsión.

La forma en que Siri es capaz de comprender no ya palabras sino el significado de lo que con lenguaje natural le pedimos es sorprendente, como en ocasiones lo es que por pequeños matices fácilmente corregibles nos quedemos a medias.

Le puedes pedir a Siri que le envíe un mensaje a tu madre avisándola de que el domingo no podrás ir a comer… pero si en tu agenda tu madre aparece como “MAMÁ” tendrás que aclarárselo. Como tendrás que aclararle también quién eres tú dentro de los contactos de tu agenda.

Puedes pedir que se anote un recordatorio, una cita, que se envíe un mensaje de texto o un correo electrónico, pedir que se marque un número telefónico, que te muestre una ruta en la aplicación Mapas para llegar a algún sitio, que busque restaurantes en la zona o incluso que active una aplicación, por ejemplo la de tu emisora de radio favorita… aunque aquí ya para seleccionar opciones dentro de la aplicación sí te va a tocar a ti la ardua tarea de apretar la pantalla.

Cuando le pidas o le preguntes a Siri algo que no quede claro o que para ti sea muy evidente pero al asistente inteligente le falten datos te los preguntará de manera igualmente natural. No podrá enviarle un mensaje a tu hijo si previamente no le has indicado de entre los contactos de tu agenda de quién se trata. Lo que sí hará es tener en cuenta el contexto de la conversación, y si le estás pidiendo que busque restaurantes cercanos cuando, tras ofrecerte un listado, preguntes “¿algún italiano?” interpretará que no te refieres a algún ciudadano de la nación transalpina.

Además de obedecerte también Siri te servirá como secretaria al dictado puesto que ahora en cada aplicación en la que puedas escribir aparece en el teclado virtual un pequeño icono con el logo del asistente vocal. Al presionarlo activas la función de reconocimiento del habla de manera que para redactar un mensaje, una anotación o un comentario en el estado de tus redes sociales evitarás emplear el teclado, algo que supone una gran ventaja en muchas ocasiones o si eres de los que tiene dedos grandes.

En cuanto a rendimiento y uso efectivo de las funciones de este sistema de comprensión de órdenes vocales es cuando tenemos que resaltar la que probablemente y durante aún mucho tiempo siga siendo la gran pega de Siri: depende de la conexión de datos.

Aunque hemos mencionado que funciona con mucha fluidez gracias al excelente rendimiento del nuevo procesador A6 y de la versión iOS 6 del sistema operativo el “truco” de Siri es que todo el procesado de la voz se realiza de forma remota, no en el propio dispositivo, con lo que en condiciones de ausencia de cobertura o baja señal 3G el funcionamiento se resiente llegando incluso a no poder emplearse. Por contra cuando se emplea con el iPhone5 conectado a una red WiFi con buena señal el rendimiento es portentoso.

Mañana culminamos este repaso a un mes de uso del iPhone5 comparándolo con el modelo anterior y con uno de sus grandes competidores, el Samsung Galaxy SIII, además de ofreceros las conclusiones finales.

 

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