El sistema cuenta con un sensor que es capaz de detectar los movimientos sísmicos y, por tanto, notar un terremoto instantes previos a que se produzca. Esto es tiempo suficiente como para activar un compresor que llena rápidamente de aire unas bolsas gigantes situadas bajo el edificio y que lo elevan unos 3 centímetros.
Esto consigue crear un efecto flotador que aísla del movimiento de los cimientos y consigue que aunque el terreno se mueva más que Epi cosquillas con pilas de plutonio, el edificio y todo en su interior apenas lo perciba.
Por ahora el sistema está siendo implantado en 88 casas a lo largo de todo Japón y se van a plantear usarlo en edificios más grandes. Probablemente si lo combinan con los cimientos flotadores, un montón de globos a lo Up!, un recubrimiento de papel de aluminio y verja electrificada sería el sistema definitivo para sobrevivir sin temor a desastres varios como profecías mayas, conspiraciones del gobierno y apocalipsis zombie. [Inhabitat]
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