Las sombras del teletrabajo: estrés, automedicación y trabajar en situación de baja o vacaciones

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4 de cada 10 empleados en Europa considera que esta fórmula tiene la ventaja de que se puede trabajar a pesar de estar enfermo.

El teletrabajo tiene sus luces, pero también sus sombras. En ITespresso solemos hablar de ellas habitualmente así como de las del trabajo híbrido.

Hoy, 16 de septiembre, se celebra el Día Mundial del Teletrabajo, y coincidiendo con la jornada se han liberado distintos estudios que hablan de esta tendencia que ha ganado fuerza tras la pandemia.

Uno de ellos es el del proveedor de comunicaciones cloud para empresas NFON, quien ha tratado de tomar la medida a esta nueva fórmula en Europa. Su estudio ‘Bienestar y trabajo desde casa 22’ se ha realizado en Alemania, Austria, Italia, España, Gran Bretaña, Francia, Polonia y Portugal con Statista Q y ha contado con más de 1.000 participantes por cada país.

El trabajo arroja conclusiones algo contradictorias. Por ejemplo, el 28% de los encuestados en los países europeos afirma que la carga de trabajo ha aumentado, y para el 25,2% las horas de trabajo también. Al mismo tiempo, el 36% reconoce que ha alcanzado un mejor equilibrio entre la vida laboral y la personal y más tiempo para la familia y los amigos. Un 29,4% dice dedicar más tiempo a hacer ejercicio y también a comer de forma más saludable.

Christian Montag, catedrático de Psicología Molecular y autor del estudio, llama a esto ‘la paradoja del trabajo desde casa’. “La gente puede trabajar más y tener más tiempo libre. La eliminación de los largos desplazamientos y, en general, un horario más flexible a lo largo del día puede hacer que, si la organización es buena, se disponga de más tiempo. Los horarios de trabajo personalizados, la alfabetización digital y otros factores de bienestar también pueden ser la causa“, señala.

Estrés y automedicación

El estudio ha tratado de medir el estrés de los teletrabajadores. Entre los participantes, el 37% declaró sentirse estresado en diversos grados. Entre otros, se mencionaron como factores de estrés a comer en casa (8,7%), una mala conexión a Internet (17,2%) y la constante accesibilidad (19,7%).

Por otro lado, la falta de trato social con los compañeros es un factor de estrés para el 35,3% y la ausencia de separación entre la vida privada y la profesional para el 30,3%. Por el contrario, son menos los que señalan como factores de estrés el ruido ambiental (15,9%) y la mala remuneración (9,3%).

Parece que está surgiendo una tendencia a la automedicación entre la población europea que trabaja desde casa, según recoge el estudio. El 34,4% de los encuestados asegura haber tomado suplementos sin receta (por ejemplo, melatonina, productos legales de cáñamo, extractos de plantas, vitaminas, té calmante) para mejorar su bienestar desde el comienzo de la pandemia, el 18,2% para aumentar la concentración y el 13,4% para recuperarse.

El uso de productos legales de cáñamo (por ejemplo, aceite de CBD) para aumentar el bienestar casi se ha duplicado desde el comienzo de la pandemia (24,9% antes de la pandemia, 43,3% desde el comienzo de la pandemia). También el consumo de melatonina: del 38% al 62,6%.

En particular, me parece preocupante la ingesta de melatonina. El sueño es un proceso natural que no debería estar desincronizado“, reflexiona el autor del estudio.

Espacio de trabajo

¿Dónde pasan sus jornadas laborales los teletrabajadores? Según la encuesta, el 12,1% ha trasladado su espacio de trabajo al dormitorio, el 31,8% tiene un despacho privado y el 35,7% trabaja desde el salón. En los ocho países, el espacio medio para trabajar desde casa es de 20,32 m².

Con 15,35 m², los británicos son los que menos espacio tienen para trabajar en casa, mientras que los italianos pueden repartirse en 23,81 m². El 1,2% de los participantes declara que trabaja permanentemente en el aseo, el baño, o en el balcón.

Los peligros del teletrabajo

Los resultados del informe resultan algo preocupantes de cara al futuro y deberían constituir una señal de alarma para los empresarios europeos: el 21,7% de los encuestados afirma que ya ha planeado su dimisión por las experiencias vividas durante la pandemia y al trabajo desde casa, y el 9,9% ya ha dejado su trabajo.

Algunas de las razones por las que se ha abandonado el trabajo son, por ejemplo, la falta de oportunidades para realizarse profesionalmente (34,2%), una peor remuneración (por ejemplo, la jornada reducida o la pérdida de comisiones, 30,1%) y la accesibilidad permanente (16,6%).

Los empleados también planean otros cambios para que su bienestar y su trabajo estén en armonía. Por ejemplo, el 33% quiere conseguir una separación más clara entre la vida privada y la profesional, y el 20,9% quiere adoptar más iniciativas de formación. Además, está surgiendo una cierta tendencia a trabajar durante las vacaciones y/o mientras se está enfermo.

Cada vez más personas parecen estar dispuestas a coger una baja por enfermedad en lugar de tomarse un tiempo libre. Las vacaciones o los periodos de descanso son un logro social, una forma de refugio en los que recuperarse o recargar la batería”. De hecho, el 38,3% considera que trabajar desde casa es una ventaja porque se puede trabajar a pesar de estar enfermo y sólo el 26,2% afirma que no estará disponible para su empresa en sus vacaciones“, señala Montag.

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