Spectrobes

La trama del juego es bastante sencilla. Mientras los Krawl quieren destruir el sistema de Nanrio, Rallen y Jeena, los protagonistas de la historia, descubren a los Spectrobes, unas criaturas prehistóricas que se convierten en la clave para salvar el universo, con la condición de que los encuentres, desentierres, despiertes y hagas crecer en el laboratorio, para lo que, te puedes imaginar, se aprovechan esas capacidades de la Nintendo DS que la hacen única.

Junto con las escenas básicas del juego hay una serie de mapas en 3D que el jugador tendrá que explorar, y cada planeta ofrecerá un aspecto diferente. Tanto Rallen como el resto de los personajes tiene un movimiento bastante fluido y el detalle de los mismos es impresionante sobre todo por su pequeño tamaño.

La historia es interesante y los diálogos superan a los de otros juegos de corte similar. Gran parte del juego se resuelve excavando o retirando rocas. La idea de utilizar la pantalla táctil para excavar no es nueva, pero se hace mucho más interesante en cuanto que los jugadores tienen a su disposición varias herramientas para llevarlo a cabo. Y además de cavar tendrán que soplar para limpiar un poco las rocas que levantan.

Aunque convertirse en arqueólogo es interesante, y probablemente sea uno de los aspectos más interesantes de Spectrobes, se trata simplemente de un primer paso antes de avanzar a zonas más profundas del juego. Una vez que se descubre al Spectrobe, hay que llevarlo al laboratorio y despertarlo con más o menos mimos; una vez que esto se consigue Rallen adquirirá sus poderes. El juego ofrece más de 60 Spectrobes diferentes, divididos en tres tipos. Cada uno de ellos es más débil o fuerte frente al otro, creando un efecto similar al del juego piedra-papel-tijeras.

Los minerales que excavan los jugadores se convierten en el alimento de los Spectrobes y elevan sus estadísticas mientras están en la incubadora. Los Spectrobes que no se utilicen pueden permanecer en la incubadora más tiempo, de forma que puedan crecer más y ser más fuertes.

Además de los minerales y los Spectrobes, el jugador podrá encontrarse con un tercer elemento durante sus excavaciones, los Data Cubes, que esparcidos por todos los planetas son necesarios para desbloquear todos los juegos que ofrece Spectrobes. Aunque la mayoría de los cubos no valen casi para nada y sólo ofrecen información sin ningún valor, otros te ofrecerán la oportunidad del juego inalámbrico, por ejemplo.

Cada caja del juego incluye varias tarjetas de plástico codificadas con una serie de agujeros a través de los cuales los jugadores introducen el lápiz para tocar la pantalla táctil. Estas tarjetas pueden abrir Spectrobes especiales o piezas hechas de encargo para aumentar las capacidades. El uso de estas tarjetas es opcional de cada jugador, ya que realmente no son necesarias.

En cuanto a las luchas, los campos de batallas 3D son dignos de mención, junto con los monstruos, cada uno de los cuales de se mueve y actúa de forma diferente. En este momento es cuando se asemeja a los Pokémon, ya que Rallen es quien emite sus directrices a los Spectrobes, que tendrán que luchar directamente contra los monstruos.

Los Spectrobes tienen un ataque básico, uno especial y uno combo. Para iniciar el ataque basta con tocar un Krawl, que estará moviéndose alrededor del mapa. Rallen puede tener a seis Spectrobes, aunque sólo dos pueden luchar. Los otros cuatro monstruos ofrecen su apoyo aumentando las estadísticas. Cada Spectrobe puede ayudar en ciertas categorías, como ataques de poder, defensa y velocidad. Las batallas son muy sencillas, fundamentalmente porque los enemigos no están a la altura. Y no sólo las batallas, el juego en general es sencillo; hay unos cuantos puzzles y la mayoría de las misiones consisten es conseguir algo y después acabar con el jefe. A menudo a los jugadores se les dice dónde tienen que ir exactamente y aunque los mapas son grandes, al ser lineales es difícil perderse. El único reto es encontrar los minerales y cubos necesarios, aunque en esta ocasión es más cuestión de paciencia que de otra cosa.

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