Su secreto está, por un lado en una construcción de bajo coste gracias a que la mayoría de sus partes se obtienen por impresión 3D, y por otro en su versatilidad ya que tiene un sistema de movimiento muy parecido al de las arañas utilizando sistemas hidráulicos.
La potencia que sus patas es capaz de obtener es tal que hasta incluso puede llegar a saltar, para hacerlo aún más aterrador por supuesto.
Cuenta además con una cámara y gran cantidad de sensores acordes a la zona a explorar, los peligros a valorar y si se trata de una misión de reconocimiento de terreno o búsqueda de personas.
Ha sido desarrollado por investigadores del Instituto Fraunhofer para la Automatización e Ingeniería de Fabricación, aunque probablemente también se encuentre entre ellos algún fan de la peli Aracnofobia.
Espero que, si piensan utilizarlo para labores de rescate al menos le dibujen una carita sonriente, lo pinten de rosa o le pongan pegatinas de Pocoyo, vamos, lo que sea con tal de que no parezca una araña robótica sedienta de tus entrañas… [Technabob]
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