El top 5 de las economías latinoamericanas se compone, junto a los gigantes Brasil, Argentina y México, de otros dos países emergentes: Chile y nuestro protagonista de hoy, Colombia. El país cafetero tuvo un PIB de 292.080 millones de dólares en 2015, según los datos del Banco Mundial, el quinto más grande de Latinoamérica y el 39º del mundo.
Desde el punto de vista de la innovación, Colombia se encuentra a la par de otros países de la región como México o Uruguay. Situada en el puesto 63º del Global Innovation Index, tiene una puntuación de 34,1 sobre 100, la quinta más alta de Latinoamérica.
¿Cuáles son los factores que más favorecen la innovación en Colombia? El entorno institucional y el regulatorio son las grandes bazas del país, seguidas de las infraestructuras. En cambio, aún tiene mucho por mejorar en lo relativo a creación y difusión del conocimiento, investigación y desarrollo y creatividad online.
En el último año, el país ha subido cuatro puestos en el Global Innovation Index. En los últimos años, el sector de las industrias creativas se ha situado por encima de un clásico como el café en términos de aportación al PIB. Para este año se espera que representen el 3,6% de la riqueza del país, un 0,6% más que el sector cafetero.
Todo ello parece indicar la buena dirección de la hoja de ruta colombiana para el impulso a la innovación. El gobierno de Colombia ha apostado en el último lustro por la innovación como motor del crecimiento empresarial del país, con una estrategia para ciencia, tecnología e innovación trazada por el Consejo Nacional de Política Económica y Social (Conpes).
A este fin, en febrero de 2012 se puso en marcha Innpulsa Colombia, iniciativa creada para promover la innovación empresarial como motor para la competitividad. Uno de sus objetivos centrales es dinamizar entornos regionales de innovación. También hay empresas privadas, como la cervecera Bavaria, que organizan eventos para descubrir ideas innovadoras.
Otro elemento interesante es el de los centros de innovación tecnológica. Los Tecnoparques de Bogotá, Cali y Medellín se han modernizado para convertirse en lugares de emprendimiento y apoyo al desarrollo tecnológico colombiano. Estos centros cuentan con el apoyo de universidades, empresas e instituciones, y acogen a una masa de capital humano dispuesta a investigar.
No obstante, aún falta una estructura institucional sólida que ponga en marcha políticas públicas de innovación. El apoyo del sector privado es insuficiente y, en conjunto, la inversión en ciencia, tecnología e innovación es de sólo el 0,18% del PIB nacional. Como es habitual en Latinoamérica, el importante potencial innovador del país está infraaprovechado.
En Colombia, emprender se considera una buena opción profesional e incluso vital. Según los datos del Global Entrepreneurship Monitor (GEM), el 71% de la población adulta considera que ser empresario es una buena opción de carrera profesional y otorga estatus en la sociedad. Un porcentaje que se eleva al 75% si reparamos en los colombianos que piensan que hay buenas condiciones para crear una empresa en los próximos seis meses. Y un 52% planea emprender en los próximos tres años.
La cultura emprendedora, pues, goza de buena salud en Colombia. Con una Tasa de Actividad Emprendedora (TEA) del 23%, es el tercer país latinoamericano con más porcentaje de emprendedores y el octavo a nivel mundial.
El perfil de emprendedor colombiano medio es un varón de entre 25 y 34 años, con educación universitaria, motivado por la oportunidad y no por necesidad. La mayoría de nuevos negocios se ubican en el sector de los servicios de consumo. Desde el punto de vista del empleo, la mayor parte de los emprendedores crean menos de cinco puestos de trabajo. Y un dato interesante: la tecnología que usan tiene más de cinco años de media.
Como respuesta a este espíritu empresarial, existen diversas instituciones –tanto públicas como privadas- que ofrecen apoyo a los colombianos que inician nuevos negocios. La Ley 1014 (2006) de Fomento a la Cultura del Emprendimiento define un sistema amplio de apoyo a la iniciativa empresarial, incluyendo la orientación educativa y sistemas de apoyo financiero.
Esta ley ha permitido el desarrollo de muchos programas de apoyo a la actividad empresarial. Entre estas iniciativas destaca Innpulsa Colombia, que promueve el crecimiento empresarial y el emprendimiento dinámico, apoyando iniciativas de negocio que puedan crecer de manera rápida, rentable y sostenida. Otras iniciativas públicas son el fondo de capital semilla Fondo Emprender, adscrito al Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), y Apps.co, que tiene como objetivo promover y mejorar la creación de negocio a través del uso de las TIC.
También existen varias iniciativas privadas de fomento del emprendimiento, como Colombia Startup & Investor Summit, un punto de encuentro anual de inversores internacionales con nuevos empresarios colombianos que está promovido por Wayra, IE Business School, First Communication Platforms y la Cámara de Comercio de Bogotá.
En el lado opuesto, las principales limitaciones para el emprendimiento en Colombia son la falta de mecanismos financieros de apoyo, la transferencia de I+D y los mercados internos. Otros grandes desafíos para el emprendimiento se encuentran en la reducción de la disparidad de género en todas las etapas, el desarrollo de negocios con alto potencial de crecimiento, el aumento de la capacidad de innovación, la orientación a la exportación y el uso de las nuevas tecnologías en todos los niveles.
El ecosistema colombiano de startups es menos renombrado que los de Brasil o Chile, pero sí cuenta con interesantes ejemplos de innovación capaces de competir a nivel regional e incluso global. La lista de startups colombianas más conocidas abarca desde el portal de consultas médicas gratuitas 1Doc3 a la aplicación para pedir taxis Smart Taxi, pasando por la plataforma para contratar online personal de limpieza Hogaru.
Algunas de estas nuevas empresas ya han dado el salto a otros mercados. Es el caso del marketplace de cursos en video Tareasplus, presente en el mercado hispanoparlante de EEUU; Torre, creadora de marketplaces de servicios profesionales como TranslationBunny o Voice123; el buscador de viajes Viajala, activo en Perú y México, y ClickDelivery, una plataforma online para hacer pedidos de comida a domicilio que se ha expandido a Argentina y Perú.
Parte de este desarrollo del ecosistema de startups de Colombia se debe a los esquemas diseñados para integrar la oferta de financiación con los servicios de capacitación. Por ejemplo, la aceleradora HubBOG, en su Campus for Startups, combina aceleración, academia, mentorización, inversión y coworking.
Otra importante aceleradora presente en Colombia es Wayra. La academia de la aceleradora de Telefónica en Bogotá ha acelerado hasta la fecha a 43 startups, con una inversión total de 1,3 millones de dólares en capital semilla.
Desde el sector público, tenemos a la citada Innpulsa Colombia, que además de fomentar la innovación, ofrece servicios especializados y estrategias de financiación a las startups para que superen los obstáculos para su crecimiento. Innpulsa Colombia trabaja a través de cuatro líneas estratégicas: capacidades empresariales, competitividad regional, apropiación TIC e inclusión productiva.
La industria de capital riesgo también está en crecimiento, lo que ayuda a agilizar la expansión de estas nuevas empresas, en un abanico de sectores que va del Big Data a la e-salud, pasando por el Internet de las cosas. La nueva generación de startups colombianas presenta nombres a seguir, como Agruppa, Alkilautos, ePayco, Grability, Haus, Platzi, Tarefa y Uptime Analytics.
El atractivo de Colombia para los inversores y emprendedores españoles se basa, además de en el hecho de compartir idioma y tener ciertas similitudes culturales, en su posición como quinta economía latinoamericana y en el acuerdo comercial firmado con la Unión Europea en 2013 que elimina las barreras arancelarias.
Los servicios, tanto a particulares como a empresas, la industria manufacturera, el comercio y el turismo son los principales sectores económicos colombianos, según los datos del ICEX. Los grandes centros de actividad son la capital, Bogotá; Medellín, Calí y Barranquilla.
En el plano tecnológico, destaca el desarrollo del comercio electrónico. Actualmente, 2,5 millones de colombianos compran a través de Internet, lo que supone un volumen de negocio anual de 2.270 millones de euros, según la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico.
Pese al impasse que vive actualmente el proceso de paz entre el Gobierno y las FARC, el Departamento Nacional de Planeación (DNP) confía en que acabará trayendo más oportunidades para el comercio y la inversión extranjera directa. Las fuertes inversiones públicas previstas en infraestructuras son una oportunidad tanto para las empresas constructoras como para las tecnológicas. Los servicios de ingeniería también son un sector interesante para la exportación, así como los bienes de equipo y tecnológicos para la industria local.
En total, hay más de 400 empresas españolas establecidas en Colombia, de las que una cincuentena se encuadran en el sector TIC. Algunas de las más destacadas son: Abetelnet, Adsmurai, Amadeus, Amper, Azkoyen, Blue Cell, Call2World, Cognicase, Digitex, Disashop, Domonetio, Edisa, Etra, Proactivanet, Eurocom, Everis, Freematica, Tecnalia, GMV Innovating, Goal Systems, Seidor, Indenova, Edicom, Internet Security Auditors, Lleida Networks, Merlos, Meta 4, Tasnet, Mnemo, Multistream, Oesia, Powernet, Radiotrans, Semantic, SICE, Softland, Tecnocom, Ufinet, o Virtualware.
En cuanto a los incentivos a la implantación de empresas españolas en Colombia, existen entidades como la agencia de promoción comercial y de inversiones Proexport, que ofrece apoyo gratuito a cualquier inversor que quiera entrar en este mercado mediante información sectorial y asesoría legal, económica, fiscal, etc. Las agencias regionales y las Cámaras de Comercio ofrecen también servicios de ventanilla única y asesorías múltiples para inversores.
Asimismo, en los últimos años el gobierno ha tratado de aliviar las condiciones tributarias de la inversión extranjera en el país, con exenciones y bonificaciones fiscales.
Gracias a una iniciativa organizada por las entidades españolas Red.es, ICEX y Adigital, en colaboración con la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Bogotá, 14 empresas españolas pudieron viajar recientemente a Colombia para participar en la Misión Digital 2016, que se celebró en las ciudades de Bogotá y Medellín, y conocer de primera mano este mercado tan interesante.
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