Y es que el “candado” es parte del cuadro que sujeta la rueda trasera con el resto, de manera que a simple vista parece que la bici es normal, pero al sentarte sin esa pieza se termina doblando y básicamente autodestruyéndose.
Vale, no tiene una cuenta atrás con luces rojas ni termina explotando, pero cumple casi el mismo cometido. El problema es justamente eso, que realmente no hay ninguna advertencia, lo cual hace que sea un poco absurdo.
Primero porque quien vaya a robarla se encuentra con una bici casi normal y puede que ni se de cuenta, al subirse se le romperá y o bien la dejará tirada o se ensañará con ella por el posible accidente. Pero es que además, si alguien con intención de robarla le da por sentarse o apoyarse puede que tenga el mismo destino.
Sea como sea no evita el robo sino que te mostrará tu bici hecha polvo y puede que incluso con la cadena puesta. No sé, casi que prefiero que se lleven la bici e imaginarme que está en un mundo mejor lleno de carriles bici dorados, donde no existan los coches ni las ancianas llevando a pasear al perro sin correa… [Andrew Leinonen]
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