Tanto hacer deporte y resulta que lo que adelgaza es beberse 5 litros de café
Investigadores del Instituto Karolinska de Estocolmo estaban interesados en la actividad genética del cuerpo durante el ejercicio.
Tomaban muestras mediante biopsias de las piernas de voluntarios mientras realizaban ejercicio físico intenso. De esta forma fueron capaces de detectar la presencia de genes activados al metabolizar la grasa producto de dicho ejercicio. Ese proceso se iniciaba tras una hora de ejercicio, que es cuando se alcanza el momento óptimo en el que la actividad física pasa a captar la energía de las reservas de grasa.
Lo curioso del caso es que esos mismos genes que promueven la quema metabólica de la grasa son los que se activan tras ingerir grandes dosis de cafeína. En ese momento el cuerpo libera calcio, que engaña al organismo haciéndole pensar que los músculos están contraídos, produciendo el consiguiente efecto de absorción de las reservas energéticas en forma de grasa.
Ahora viene cuando la matan. La dosis de cafeína necesaria para simular el efecto que se produce de forma natural tras una hora de ejercicio equivale a unas 50 tazas de café diarias, lo que por otra parte se aproxima peligrosamente a una dosis potencialmente letal.
Vaya, parece que después de todo sí que vamos a tener que seguir haciendo ejercicio… ¿habías quemado ya el carnet del gimnasio? ¿Sí? Pero ¡¿por qué me haces caso?! ─[Cell metabolism vía New Scientist /Imagen: Phil Monger]