Los taxistas de Lisboa se unen a la guerra contra Uber
Miles de taxistas colapsan Lisboa para exigir al gobierno que se comprometa a clausurar los servicios alternativos de transporte.
París, Londres, Madrid… y ahora Lisboa. Los taxistas de la capital portuguesa son los últimos en sumarse a las protestas del sector del taxi de las grandes ciudades europeas contra las aplicaciones de ridesharing como Uber y Cabify.
Según The Portugal News, 6.000 taxistas colapsaron hoy la ciudad, circulando lentamente por sus calles para protestar contra los planes del gobierno portugués para regular estas aplicaciones.
Los taxistas, procedentes de todo el país, han asegurado que la protesta, que culminó frente al Parlamento portugués, no terminará hasta que el gobierno se comprometa a clausurar los servicios alternativos de transporte público, que según los profesionales del taxi no están amparados por la ley.
Actualmente, en Portugal están presentes Uber y Cabify. Ambas plataformas permiten que cualquier coche pueda recoger pasajeros a través de una aplicación de smartphone, pero los conductores de esos coches no están obligados a cumplir los mismos estándares que los de los taxis oficiales.
La nueva ley, anunciada por el gobierno presidido por António Costa a finales de septiembre, incluye una serie de requisitos para los conductores de Uber y empresas similares. La primera, deberán contar con 30 horas de formación y una licencia especial. Los vehículos deberán tener menos de siete años de antigüedad, aunque casi todos los coches de Uber son mucho más nuevos. Asimismo, habrán de disponer de un seguro similar al de los taxis y emitir recibos electrónicos.
Los requisitos no convencen a los taxistas de Lisboa, que se sienten discriminados, ya que están obligados a tener 150 horas de formación. Aunque por otro lado, muchos taxis tienen una antigüedad superior a los siete años establecidos para los vehículos de Uber y Cabify.