La percepción general sobre el posicionamiento de la industria tecnológica hacia el nuevo presidente de Estados Unidos es que, salvo algunos rara avis, a los techies no les gusta Donald Trump. Pero la política y los negocios son terrenos pantanosos, en las que muchas veces hay que jugar con un as en la manga. Un buen ejemplo de esto se está viviendo estos días.
Este miércoles, 162 compañías tecnológicas emitían un escrito a la corte apoyando una demanda contra la orden de inmigración que el presidente Trump firmaba en marzo. El decreto presidencial es una revisión de la polémica primera versión de enero, contra la que ya se habían manifestado las firmas del sector.
El escrito hace un breve resumen histórico de la importancia de la inmigración en Estados Unidos, para destacar después su papel en la innovación y el crecimiento económico del país: más de 200 de la lista de las 500 compañías más importantes de Fortune están fundadas por inmigrantes o sus descendientes. Además, incide en que esta orden afectará a su competitividad, al dificultar la captación de talento extranjero. Terminan tachando el decreto de ilegal, por discriminatorio, e irracional en sus pretensiones de alcance.
Aunque entre los firmantes faltan nombres tan destacados como el de Apple o IBM, prácticamente todo el quién es quién de la industria está presente en la demanda. Así, aparecen empresas como Facebook, Tesla, Google, Amazon, Microsoft o Intel.
En una buena muestra de que en los negocios no se puede descuidar ningún aspecto, varias de estas figuran también en otro documento conocido esta semana: el de los donantes para la ceremonia de inauguración de Trump. Como bien destaca The New York Times, ayudar a financiar este evento es una conocida vía para que empresas con intereses en Washington faciliten su relación con la administración, aunque se hayan opuesto o se opongan a ella.
Entre las más de 1.500 aportaciones que recibía el nuevo presidente aparecen varios nombres del sector. La contribución más baja es la de Amazon, con algo más de 57.000 euros; Google aportaba 285.000 y Microsoft 500.000. AT&T, Verizon, Intel, Qualcomm, Samsung o Peter Thiel también contribuyeron a la financiación del evento, siendo la mayor cantidad la de AT&T, que ponía algo más de 2 millones de dólares.
Mención especial merece el caso de Palmer Luckey. El exOculus, que el verano pasado se vio envuelto en la polémica por su apoyo a una web de mensajes contra Hillary Clinton, aportaba a través de una empresa denominada Wings of Time 100.000 euros, recoge TechCrunch. Luckey, cofundador de Oculus, dejaba Facebook a finales de marzo.
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