Tengo una tienda en Internet ¿y ahora qué?

‘La gente vendrá, Ray. Tú constrúyelo, y ellos vendrán’. En la película ‘Campo de Sueños’, interpretada por Kevin Costner cuando aún tenía pelo, la majestuosa voz de James Earl Jones le insistía una y otra vez que si edificaba un campo de béisbol en medio de las llanuras de Iowa, la gente acudiría en masa y, esencialmente, sería un negocio redondo. Por desgracia, los negocios de comercio electrónico no siempre despegan con tal facilidad y no suele muy rentable poner la tienda online y esperar a que los compradores lleguen solitos.

La promoción activa de una tienda virtual (lo cual no es sinónimo con invertir una fortuna en publicidad online), es requisito indispensable para generar la tracción necesaria que impulsará el negocio. Pero, con la cantidad de servicios y plataformas publicitarias existentes, ¿por dónde empezar? Resumimos a continuación una serie de consejos que, si bien no son infalibles, suelen ser de cierta utilidad.

Por lo general, la estrategia publicitaria de una tienda virtual debería estar compuesta por varias ‘capas’ o ‘escalones’, en función del tipo de público al que deseemos atraer. Determinados negocios basados en la venta de productos muy especializados tendrán un público más limitado, mientras que otros negocios basados en la venta de productos más genéricos podrán atraer a un volumen mayor de potenciales compradores. La rentabilidad de un negocio en Internet no la determina necesariamente el tamaño de su base de clientes potenciales, pero sí suele ser bastante útil saber identificar, llegar, atraer y retener a un subgrupo de estos clientes.

A tal fin, lo más importante es reflexionar acerca de nuestro público objetivo – ¿quién va a comprar nuestros productos y por qué razón? Las respuestas a estas dos preguntas constituirán la piedra angular de la estrategia publicitaria de nuestra tienda virtual.