The Silent Farter Chair, el azote del anonimato de los gases ninja
Esta silla parece un simple elemento de decoración, pero en realidad esconde mucho más. De hecho podríamos definirla como el pedígrafo o la máquina de la verdad de las flatulencias. El invento intenta atajar un problema mundial: el de los “gases ninja”. Este tipo de desfogamientos de esfínter no dispone de ningún tipo de resonancia que permita identificar su fuente, sino que es percibido de forma subversiva. El resultado: sospechas, paranoia, malentendidos, acusaciones a inocentes…desconfianza en general. Si esto ocurre en una reunión de trabajo la cosa puede volverse tensa y hacer que se dé mal ambiente entre dos empresas. Aquí es donde entra The Silent Farter Chair, anunciando el origen a través de la amplificación del inexistente sonido gaseoso. Va a ser cierto eso de que la confianza da asco. —Alberto Payo [Yanko Design]