La verdad es que si este invento se extendiera las entradas a las casas podrían parecerse a las de los típicos pasadizos de películas de fantasmas (cambiando el gesto de mover el candelabro a otro más elaborado, claro). Aparentemente el problema que hay aquí es que el “mando” que se usa en el experimento tiene demasiada superficie. La verdad es que en vez de usar toda la puerta sería más seguro tocar una sección específica para poder obtener el acceso. Sin embargo siempre se puede mejorar. De hecho, las instrucciones completas del invento, para los manitas, están disponibles en la página del proyecto. — Alberto Payo [Washinton.edu]
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