Aquí podéis ver un prototipo en forma de rectángulo kinectiquero colocado entre la pantalla y el teclado de un portátil, por lo que podrá ser usado en sistema que lo tengan ya embebido o como periférico adicional.
Lo curioso del sistema es que utiliza la mirada para un movimiento rápido mientras que el Touchpad sirve de apoyo aportando clicks, gestos o una selección mucho más precisa.
De esta manera se recoge lo mejor de los dos mundos para crear una sinergia “ojotáctil” en la cual la interacción se hace más rápida y cómoda.
Lamentablemente como indican en el vídeo, todavía queda para que sea algo que podamos ver en el mercado, pero a juzgar por lo simple e intuitivo que resulta, esperemos que tarden poco.
Eso sí, nadie sabe todavía lo que pasaría si Enrique Villén se pusiese delante del aparato, lo mismo el tejido espaciotiempo se desdoblaría como su mirada, surgiría la tecnología multiojotáctil o el ordenador tras un breve momento a lo Número 5 leyendo explotaría en mil pedazos acabando muchos de ellos en los ojos de los presentes salvo los de Enrique.
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