Toshiba da luz verde a la declaración de bancarrota de Westinghouse
El negocio nuclear de la compañía japonesa en Estados Unidos continuará con sus operaciones habituales hasta que comience el proceso.
Tras semanas de intentos de saneamiento poco fructíferos, la única salida posible para Toshiba pasa por proclamarse en quiebra. La junta directiva de la corporación japonesa ha aprobado la declaración de bancarrota para Westinghouse Electric. La firma solicitará este mismo miércoles a las autoridades de Estados Unidos que pongan en marcha el mecanismo de quiebra de la compañía.
Así lo han acordado los directivos de la corporación que, con la colaboración de las autoridades del gobierno japonés y estadounidense, cooperarán para que la operación sea lo menos problemática posible. La noticia la han adelantado medios como el financiero Nikkei Asian Review y ha sido oficializada, posteriormente, por la propia compañía.
La división nuclear de Toshiba en Estados Unidos continuará por el momento con sus operaciones habituales, hasta que se ponga en marcha el proceso de reorganización que contempla la declaración de bancarrota en el país norteamericano.
La firma japonesa descubría durante el proceso de asignación del precio pagado por la adquisición de la empresa de ingeniería asociada a energía nuclear CB&I Stone & Webster que su filial americana, Westinghouse Electric, debería hacer frente a unas pérdidas de más de 6.000 millones de dólares por los sobrecostes en la construcción de varias plantas nucleares.
Desde diciembre, Toshiba y Westinghouse han trabajado para determinar la escala de los daños financieros, investigar las causas y tomar medidas. Tras tres meses de intentos, la junta directiva ha optado por la vía de la bancarrota como medio para reconstruir la compañía.
La investigación del agujero financiero en el negocio nuclear ha llevado a Toshiba a retrasar dos veces la presentación de sus resultados trimestrales, emplazados ahora para el 11 de abril. La declaración de bancarrota supondrá que las acusaciones de la compañía japonesa de presiones indebidas por ciertos directivos senior pasarán a ser objeto de las disposiciones que establezca el organismo encargado de gestionar el proceso de quiebra en Estados Unidos.