Desde que se destapó el escándalo contable de Toshiba, la empresa japonesa vive prácticamente pendiente de un hilo, con una complicadísima situación económica que, junto a la que ya tenían de por sí y que trataron de ocultar, se ha complicado mucho más con las multas, la perdida de confianza y las presiones por realizar una gran reestructuración.
Multitud de despidos y la búsqueda incesante de financiación para hacer frente a los cambios necesarios, han dejado a Toshiba realmente malherida, por lo que no es de extrañar que los medios japoneses plantearan la posibilidad de que la empresa fuera a cerrar varias de sus divisiones para tratar de frenar su caída.
El periódico japonés Sankei aseguró que Toshiba estaba pensando en dejar de lado la producción de PCs, y vender su fábrica china de Hangzhou. Según estos planes, Toshiba vendería su división de producción de ordenadores, pero no el diseño y desarrollo de los mismos. Para ello, Toshiba, Fujitsu y VAIO se fusionarían de forma que estas dos últimas se dedicarían a la producción de los PCs Dynabook de Toshiba.
Pero según parece, Toshiba ha desmentido oficialmente esa posibilidad y asegura que no va a dejar de lado ni su división de PCs ni la producción de éstos, por lo que no plantea cerrar ni vender su fábrica. ¿Será capaz de mantener su palabra?
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