Parece que finalmente la compañía japonesa Toshiba deja atrás su delicada situación tras su escándalo contable. La compañía infló sus resultados en 1.300 millones de dólares desde 2008, algo que se terminó descubriendo en 2015 y le ha dado muchos problemas. Tras una dura reestructuración obligada, en la que han saneado sus cuentas, vendido activos, despedido a miles de trabajadores, y buscado apoyos financieros para hacer frente a las deudas, Toshiba vuelve a tener beneficios.
Según los resultados del segundo trimestre fiscal de Toshiba, la empresa ha conseguido unos beneficios de 76.700 millones de yenes, un resultado que supera con creces a las pérdidas de 82.600 millones de yenes en el mismo periodo del año pasado, y que muestra la recuperación de la empresa. De hecho, el año pasado tuvo en total unas pérdidas de 708.740 millones de yenes, ya para este año fiscal 2016 las expectativas son unos beneficios de 180.000 millones de yenes.
Junto a la reestructuración y saneamiento, Toshiba ha conseguido lograr estas cifras gracias a las ventas de memoria NAND Flash, cuya cuota de mercado era en 2015 del 19,4%, y que está siendo usada por multitud de fabricantes de móviles chinos, además de Apple en el iPhone 7. La propia compañía pronostica que su división de dispositivos y chips será la que aporte la mayoría de sus beneficios anuales, 130.000 millones de yenes.
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