Todo comenzó cuando el profesor del MIT, Roman Stocker, se quedaba fascinado viendo como su gato podía beber con tan solo su lengua sin liarla. Gracias a su curiosidad consiguió convencer a tres compañeros para que le ayudaran y juntos pidieron una cámara de alta velocidad, tras varios años grabando a felinos de todo tipo llegaron a descubrir un patrón común. Aquí tenéis uno de los vídeos.
Como habréis visto, el gato toca la superficie del líquido para luego curvar la lengua hacia atrás “agarrando” una columna de fluido para tragársela antes de que la gravedad haga que vuelva a bajar. Este proceso se puede repetir hasta 4 veces por segundo en gatos y 2 o menos en grandes felinos como los leones.
No sé muy bien como ayudará este descubrimiento a la humanidad, pero está claro que al menos los gatos participantes en el experimento han disfrutado colaborando con la ciencia. Os dejo otro vídeo que muestra el sistema mucho mejor y os invito a grabar a vuestros gatos a ver si conseguís pillarles también, sólo necesitáis una cámara que cueste miles de euros o convencer a vuestros gatos que se lo tome con tranquilidad…— Dani Burón [Wired]
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