El organismo británico comenta que además de en calcetines este antibacteriano puede encontrarse en muchas otras prendas de vestir. El contacto directo con la piel no entraña riesgos pero si estas partículas se desprendieran al ser lavadas só podría producir problemas. Si la nanoplata decide darse un garbeo por tu suministro de agua la cosa podría ponerse chunga con efectos imprevistos. Así que la Comisión ya está trabajando para retirar estos materiales por completo de la ropa, aunque ya advierten que no tendremos datos para saber si son seguros o peligrosos hasta un par de décadas. Seguro que en 2030 los calcetines ya han sido sustituidos por las medias de rejilla ultracalórica. — Alberto Payo [BBC]
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