Uber usaba un programa para espiar a los conductores de Lyft

Regulación

El software, denominado Hell, permitía a los de Travis Kalanick saber quiénes estaban disponibles, sus precios y los que trabajaban para las dos compañías.

Hace poco más de un mes se desvelaba que Uber había engañado a las autoridades con la herramienta Greyball. Esta era parte de un programa destinado a identificar a los oficiales que pudiesen estar investigando a la compañía en zonas en las que el servicio no estaba del todo legitimado, para así poder restringirles su acceso a sus vehículos. En uso desde 2014, tras conocerse su existencia Uber anunciaba que dejarían de emplearla.

Al parecer no es el único instrumento de dudosa legalidad que ha desarrollado la compañía para lograr aumentar su cuota de mercado. El diario The Information revela el uso por la startup del software Hell hasta 2016, un programa mediante el cual conseguían información clave de conductores de una de sus firmas rivales, Lyft.

Solo unos pocos directivos e ingenieros de la firma de ridehailing conocían la existencia de Hell, entre ellos el CEO, Travis Kalanick. La herramienta se fue desarrollando de forma gradual. Las primeras medidas pasaban por crear cuentas falsas de piloto mediante las cuales usar un software que engañaba al sistema de sus rivales, pudiendo conocer dónde había conductores de la competencia. Al darse cuenta de que Lyft daba a cada uno de sus trabajadores un número de identificación, comenzaron el sistema de rastreo.

El programa Hell permitía a Uber hacer un seguimiento de los conductores de Lyft, descubriendo cuáles estaban disponibles para coger pasajeros y a qué precios fijaban los viajes, explica TechCrunch. Además, la información suministrada les facilitaba averiguar qué trabajadores de su rival hacían doblete, conduciendo también para Uber. Estos datos los aprovechaban para ofrecerles distintos incentivos, como bonus financieros, con los que convertirlos en chóferes suyos en exclusiva.

El descubrimiento de esta herramienta agrava el descenso a los infiernos de Uber. Cuestionada por sus políticas sexistas, el trato a trabajadores o la demanda de Waymo por robo de propiedad intelectual, el uso de este software podría traducirse en acciones legales contra la compañía por prácticas de negocio abusivas.

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