Un millón de firmas contra el canon y la madre que los parió a todos

Empresas

Esas 1.069.000 firmas tienen un significado claro: que no se puede imponer un impuesto que no beneficia a nadie excepto a unos pocos que no valen ni el vinilo que gastan. Significa que de pagar 35 euros extra al año por 1 MByte de ADSL, nada de nada. Y de nueve euros de tasa de coleguita por una cámara para hacer mis fotos, menos. Que 140 euros por 100 discos DVD que utilizo para grabar mis imágenes, mis películas y mis datos o lo que me sale de los Wiimandos, tampoco.

Significa que hay 1.069.000 personas que no van a tragar con los 2.000 millones de euros que quieren cobrarnos a todos los carpetovetónicos. Y pocos son, seguramente porque la sociedad en general no está al tanto del tema y no sabe exactamente lo que pasa. Cualquiera que lea un poco sobre el tema podrá ver que no sólo es una tasa retrógrada, proteccionista y exclusivamente motivada porque unos pocos — que no venden discos por su falta absoluta de talento — se quieren llenar los bolsillos a costa de todos nosotros, sino que además va en contra de toda lógica legal y moral.

Personalmente, odio las consignas y los movimientos de masa, pero si nos quedamos quietos, estos nos atracan entre todos y se quedan tan panchos. El próximo paso es que la ley será debatida en el Congreso, así que habrá que mantener los ojos abiertos, a ver quién dice qué. Y luego, actuar en consecuencia, porque cualquier que se adhiera a esta ley está claro que miente más que habla y, realmente no quiere defender los intereses de los ciudadanos. Y a esos, puerta. — Jesús Díaz

Todos contra el canon [Todos contra el canon]