El responsable ha sido una mujer de 75 años del pueblo de Ksani que en la busqueda de metal para vender se topó con un cable de fibra óptica vital para la conexión de Georgia y Armenia y que cortó para llevárselo, dejando sin conexión a miles de personas durante horas.
Vale que sólo haya afectado al acceso a Internet y no sea tan básico como la luz, pero eso no quita lo sorprendente del tema, ya que si una persona que probablemente no sepa para lo que sirve puede acceder tan fácilmente para inutilizarlo por accidente, a saber que podría hacer alguien adrede.
La mujer podría estar en prisión 3 años, pero debido a su edad probablemente no tenga que ir. Así que dadle gracias a los programas matinales y marujiles que hacen que los pensionistas no se amotinen y salgan a las calles para cortarle Internet a sus nietos.— Dani Burón [Today]
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