¿Vas a montar una startup? 5 preguntas que hacerse antes
No todo el mundo está hecho para ser emprendedor y no cualquier momento es el adecuado, mejor hacerse una serie de preguntas antes.
Ahora que las startups y los emprendedores están más de moda que nunca (un poco impulsado por la crisis), todo ese universo tiende a aparecer perfecto ante los ojos de alguien que está fuera. Se oye hablar de startups que empezaron de la nada y han sido compradas por Google, de emprendedores que pasaron de estar en paro a ser ejecutivos de éxito. Es muy fácil que apetezca lanzar una startup propia, pero ¿es tan fácil? ¿es el momento adecuado? Para evitar sorpresas, estas son 5 preguntas que todo el que quiera montar una startup debería hacerse antes de empezar:
1. ¿Eres capaz de comunicar tu visión de forma clara y breve? Todo emprendedor debería tener la capacidad de explicar su idea de forma que, en pocas palabras, sea entendida (y a ser posible despierte la curiosidad y las ganas de que funcione en el interlocutor). Y no solo para inversores: todo el mundo involucrado en la startup, empezando por sus miembros, debería ser capaz de ver lo que ve el fundador.
2. ¿Eres capaz de delegar y trabajar en equipo? La necesidad de saber comunicar bien la idea y la visión al resto del equipo está relacionado con esto: el objetivo es trabajar entre todos buscando ese objetivo común. Todo emprendedor tiene que ser capaz de delegar funciones en otras personas (y confiar en ellas) y de trabajar en equipo, escuchando sus opiniones y sabiendo aceptar que a lo mejor tienen ideas mejores que las tuyas.
3. ¿Eres consciente de que el éxito no se construye de la noche a la mañana? Paciencia. Si hay algo que todo emprendedor necesita es eso, paciencia y tenacidad y entender que no todo va a funcionar desde el principio. El éxito económico, de hecho, no debería ser tu motivación para lanzar la startup. Hay otras razones que te llevarán más lejos: la curiosidad, las ganas de aprender o simplemente haber detectado un problema o necesidad y querer solucionarlo. El éxito repentino no existe. Hay siempre años de trabajo detrás.
4. ¿Eres consciente de que podrías fracasar? Si lo que el emprendedor busca es una forma fácil y segura de hacer dinero, es mejor que cambie de profesión antes de lanzar una startup. Las startups son siempre negocios arriesgados y es necesario que te apasione tu trabajo en una de ellas. Será todo difícil y quizá fracases. Si no tienes eso claro, mejor no emprendas.
5. ¿Estás preparado para dar el salto? Pasar de ser un empleado en una compañía, con la seguridad de cobrar cada mes (o de cobrar el paro) a ser emprendedor y posiblemente no ver beneficios económicos en bastante tiempo puede ser un paso duro. Es necesario prepararse: ahorra mucho, ten siempre un plan B y, si tienes trabajo y este te lo permite, empezar el proyecto sin abandonar tu empleo actual. Parece imposible, pero no lo es. Y un poco de seguridad en un mundo tan pantanoso nunca viene mal.