Modulando el ángulo de ataque de las aspas mínimamente a través de un sistema electrónico se consigue generar un ruido con la onda y estructura necesarias para contrarrestar el producido por el propio ventilador, consiguiéndose que sólo se perciba el sonido del aire en movimiento.
Esta tecnología utiliza muy poca energía y ocupa muy poco espacio, por lo que los ventiladores de hoy en día se podrían cambiar por los de RotoSub sin problemas.
De hecho, más allá de los ventiladores para productos electrónicos, podría usarse también en los de toda la vida e incluso en los utilizados en los aviones, habiendo ya una empresa interesada en utilizar su tecnología para hacer los aviones algo más silenciosos.
Ahora sólo queda que pongan un sistema a los ventiladores para que se limpien de polvo automáticamente, consuman mucho menos, disipen mejor el calor y ya puestos, tengan un ambientador incluido para que se mantengan siendo los reyes durante muchos más años. [RotoSub]
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