Wave, el primer móvil de Samsung con su plataforma Bada [Veredicto: Bada-Bum!]
Para cerrar el tema del Social Hub, es un gestor de contactos y redes sociales que aglutina toda la información de… tus contactos y su/tu interacción con… redes sociales. Pues eso. Mucho más interesante es su pantalla táctil Super AMOLED, un terreno en el que Samsung hace tiempo empezó a hacerse un nombre, y con razón. La pantalla tiene 3,3 pulgadas, resolución WVGA de 800×480 píxeles y se sirve de la tecnología mDNIe (mobile Digital Natural Image engine), utilizada por Samsung en sus televisores LCD y LED. A primera vista, al menos, es lo mejor del dispositivo.
Otros detalles importantes del hardware son su procesador de 1 GHZ, su cámara de 5 megapíxeles con Flash LED, con capacidad para grabar vídeo HD y reproducirlo (los formatos soportados son MPEG4, H.263, H.264, WMV,DivX, editor de video XviD incluido), 2 u 8 Gbytes de almacenamiento, ranura microSD, Bluetooth 3.0, USB 2.0 y Wi-Fi 802.11 b/g/n.
Aunque los terminales a los que pudimos echar un vistazo ayer aún iban más lentos de lo debido, cosas de las versiones previas de un móvil, lo cierto es que Samsung Wave incorpora la nueva interfaz de usuario TouchWiz 3.0. Como era de esperar, el sistema operativo carga las tintas en la personalización del terminal, la rapidez de acceso a los servicios más usados y… las redes sociales. ¿Quién no, por cierto?
Por último, tenemos que dedicar un momento a la plataforma Bada, de la que se habla desde noviembre pero se presenta por primera vez en el Samsung Wave. Bada es un sistema operativo basado en Linux que quizá le intente hacer algo de sombra a Android. De momento, sin embargo, da la impresión de que Samsung se muestra algo tímida al respecto, quizá porque uno de sus fuertes es la tienda de aplicaciones Samsung Apps, que de momento sólo ha estado disponible en un puñado de países, entre los que no estaba España. Samsung espera llevar el servicio a 50 países más este año (¿para abril, cuando lancen Wave?) y quizá para entonces se vuelquen un poco más en Bada. — Rafa M. Claudín