Wozniak: “Me gustaría que Apple y Google fueran socios en el futuro”
El cofundador de Apple opina que un intercambio de información entre las dos compañías beneficiaría a todos y serviría para desarrollar una mejor tecnología.
Steve Wozniak siempre se ha prodigado por ser un amante de la tecnología y un defensor de todo tipo de plataformas, por encima de empresas a las que haya pertenecido o intereses económicos. Woz es el primero en hacer cola para comprar un nuevo iPhone, pero tampoco se corta en ensalzar algunas prestaciones de Android o alabar el diseño del ecosistema Windows Phone. Y el cofundador de Apple ha vuelto a demostrar su amor por la buena tecnología en una entrevista concedida a BBC.
En la misma Woz habla de que le gustaría Apple y Google dejaran de lado sus diferencias y colaboraran para beneficio de todos.
“Pediría a Dios que Apple y Google fueran socios en el futuro”, señala el creador de la empresa de la manzana. “Si yo estuviera allí sería muy probable. Quizás esté equivocado y haya un montón de cosas que no sepa sobre el mundo de los negocios y algo que debes recordar es que una empresa siempre tiene que ganar dinero”, añade.
El gurú está convencido de que el aperturismo y el intercambio de información y métodos sería muy productivo para la innovación. “Me gustaría que todo el mundo realizara una gran cantidad de licencias cruzadas y compartiera la buena tecnología. De esa manera todos nuestros productos estarían mejor e iríamos más lejos. Desearía que todo fuera compatible”, señala Woz.
Para el ingeniero, la mezcla es la clave: “Hay cosas buenas que veo en los teléfonos Samsung que me encantaría que estuvieran en mi iPhone. Sería estupendo que Apple pudiera utilizarlos y los utilizara y que Samsung no se lo impidiera”.
Wozniak cree que esto permitiría una mayor evolución en las nuevas tecnologías portátiles como los smartwatches y las gafas de realidad aumentada. Sobre los relojes inteligentes, el cofundador de Apple da sus propias ideas: “Estaría bien que estuvieran en la parte interna de tu brazo y luego, cuando le dieras la vuelta, se abrieran en tu propia mano”.