¿Y si monto una franquicia? Guía para el emprendimiento más seguro… y menos libre
Iniciar un negocio desde cero no es la única vía para emprender: las franquicias son una buena idea para los emprendedores que quieran menos riesgos.
La crisis económica en la que el país lleva metida ya unos cuantos años y de la que parece estar iniciando el camino de salida tuvo entre sus mayores víctimas a empleados (que fueron despedidos) y empresas que tuvieron que echar el cierre. Lanzarse a emprender en plena recesión parecería tarea de locos, pero es lo que acabó haciendo mucha gente: al no encontrar trabajo, se lo crearon.
A la hora de hablar de emprendedores, la conversación suele centrarse en los que dieron ese paso de “hacer realidad sus sueños”, montando la empresa que siempre habían querido, empezando desde cero: solo una idea que poco a poco se va convirtiendo en una realidad. No obstante, centrándonos solo en ellos dejamos fuera a un grupo de emprendedores muy importante: el de los que optaron en su lugar por montar una franquicia.
Los datos son claros: según el último informe de la Asociación Española de Franquiciadores, el número de redes de franquicias continuó creciendo durante la crisis. Así, de las 875 redes que había en 2008 se pasó a 1.199 en 2014. El número de establecimientos asociados sí que se estancó entre 2008 y 2010, pero desde entonces ha ido creciendo de forma paulatina, con un aumento mucho más pronunciado entre 2013 y 2014. La parte negativa de todo esto es la de la facturación: los 26.352 millones facturados en 2008 solo se superaron en 2011. El resto de los años la cifra se mantuvo bajo los 26.000 millones.
Por supuesto, las cosas cambian por sectores y el de las franquicias especializadas en informática y tecnología es un mundo aparte. Según el informe elaborado por mundofranquicia, en 2014 había en España un total de 24 redes de franquicias dedicadas a la informática e internet, con 2.197 negocios asociados; y 5 de telefonía y telecomunicaciones (361 negocios). En 2012, había el mismo número de redes dedicadas a la informática, pero solo 2004 establecimientos asociados. En cuanto a telefonía y telecomunicaciones, había 4 redes y únicamente 101 comercios.
A la luz de estos datos, ¿es buena idea montar una franquicia en la actualidad? ¿Cuáles son sus ventajas e inconvenientes frente al emprendimiento independiente? ¿Qué franquicias tecnológicas hay en España? ¿Cómo escoger la adecuada?
Cuándo y por qué escoger franquicia
En el mundo de la tecnología es fácil decantarse rápidamente por montar una startup. Se habla tanto de ellas que parecen la única opción, pero por supuesto son también algo para un tipo de emprendedor muy definido: se trata del que tiene una idea original o que mejora alguna ya existente, el que va reuniendo poco a poco a su equipo de geniecillos y sueña con ser el próximo Mark Zuckerberg o el próximo Steve Jobs. Pero ¿y si no se sueña con cambiar el mundo? ¿y si se trata simplemente de dedicarse a lo que te gusta y vivir una vida tranquila? Las franquicias son entonces una opción.
En el momento en el que alguien piensa en montar un negocio como una tienda de informática o algo relacionado, meterse en un sector en el que existen ya cadenas y grandes marcas establecidas, la opción franquicia aparece como la más interesante. Paloma Gálvez, directora de Comunicación de TopFranquicias, explica que la ventaja principal de las franquicias es que “te dan un negocio probado, estructurado y con experiencia en el día a día, lo que evita muchos errores iniciales y ahorra mucho dinero”.
Es decir, las franquicias son una buena idea si no se busca tener el control total del negocio y si estás dispuesto a adaptarte a las restricciones que ponen las distintas redes. Una vez decidido que ese es el modelo que buscas, toca la segunda parte: investigar las redes de franquicias que hay en el sector y decantarse por una. Para esto, Gálvez explica que es clave analizar “el retorno de inversión, la estructura de la propia compañía, la satisfacción de las franquicias, si su elemento diferenciador le pertenece…”.
Tras pedir información de todas las franquicias que operan en el sector que interesa y decantarse por una, la investigación no debería quedar ahí. Gálvez indica que “es importante revisar bien la documentación y, sobre todo, revisar bien el modelo de contrato, para que no sea abusivo”. Recomienda también llevar la investigación un paso más allá y “llamar directamente a los franquiciados de la red” y preguntar “cómo les va con la franquicia”.
Pero ¿qué piden las franquicias a cambio? ¿qué requisitos debe cumplir el emprendedor que decida unirse a la marca y montar una nueva? El pago de un canon de entrada, restricciones y normas en el uso de la marca, un tipo de local determinado…
Los requisitos para montar una franquicia
Montar una franquicia es normalmente más barato que lanzar un negocio equivalente desde cero, pero eso no significa que se trate de una actividad libre de inversión. Lo habitual es que las marcas cobren un canon de entrada al emprendedor, y su cantidad puede variar mucho dependiendo de la franquicia. “El canon de entrada debe ser ajustado y proporcionar valor al franquiciado, es decir, al comprar una franquicia debe adquirir una ventaja competitiva suficiente respecto a montar el mismo negocio por su cuenta”, dice Paloma Gálvez.
Al canon se suma una inversión inicial mínima que suele incluir cosas como stock o mobiliario y, aunque hay franquicias que no la exigen, estas suelen cobrarla de otra forma con el paso del tiempo. “Si no existiese el canon de entrada, seguramente la marca va a cobrar mes a mes de su trabajo y en un porcentaje demasiado elevado”, advierte Gálvez. Con este modelo “acabaría convirtiéndose en un trabajador autónomo a comisión y eso no tiene nada que ver con una franquicia”.
Además de esta inversión, las redes de franquicias suelen tener otra serie de requisitos que deben cumplir los que quieran convertirse en establecimientos franquiciados. Población mínima del lugar en el que se va a poner el negocio, dimensiones mínimas del local, duración del contrato, etc. Algunas cobran también un canon por publicidad y un royalty, es decir, un porcentaje de los beneficios.
El modelo de las franquicias hace necesario también que la red imponga una serie de restricciones y normas a la hora de llevar el negocio, ya que al fin y al cabo están proporcionando una marca. “El franquiciador pone a disposición del franquiciado esa marca que ya tiene un prestigio en el mercado y debe cuidar por el bien de él mismo y de los demás franquiciados para que nadie haga un mal uso de la marca, ni estéticamente, ni utilizando procedimientos o ventas fraudulentas”, explica la Directora de Comunicación de TopFranquicias.
Teniendo claro el proceso y los detalles que hay que tener en cuenta, solo queda iniciar la investigación: ¿qué redes de franquicias operan en España que nos puedan interesar? ¿cuál se adapta mejor a nuestra situación?
Las principales redes de franquicias en el sector tech
Aunque hay franquicias de todo tipo dentro del sector de la tecnología, podría decirse que en España hay dos tipos que son las más extendidas y conocidas: están por un lado las tiendas de informática tipo PC Box, Beep o AppInformatica; y están por otro lado las relacionadas de forma específica con el sector móvil, ya sea venta y reparación de terminales y gestión de contratos, como The Phone House, o las vinculadas a una operadora concreta, como es el caso de las tiendas de Yoigo Bymovil, las de Orange o las de Vodafone.
En cuanto a sus requisitos y restricciones, hay de todo. Pocas bajan de los 10.000 euros si contamos canon de entrada e inversión inicial (son cosas distintas, pero se resumen en dinero que hay que poner al principio de la aventura). Así, por ejemplo, AppInformatica pide solo 10.000 euros de inversión inicial, frente a los 30.000 de PC Box y los 12.000 de Beep. En los datos sobre población mínima se ve también cuáles son los objetivos de la marca: PC Box lo tiene en 30.000 habitantes, mientras que Beep está en 5.000 y Appinformatica en 3.000. En algunos casos, como el de Beep, se exigen algunos extras, como que haya una persona con conocimientos técnicos para ocuparse del SAT.
El caso de las franquicias relacionadas con el mundo móvil es similar: The Phone House pide, según Qué franquicias, una inversión inicial de (mínimo) 24.000 euros y el contrato mínimo es de tres años, prorrogables si todo va bien. Además, los franquiciados deberían tener en cuenta otros gastos extra que tendrán: 500 euros al mes y un 9% en concepto de Royalty, aunque no cobran canon por publicidad. En cuanto a la localidad en la que se instale la tienda, debe ser de un mínimo de 15.000 habitantes.
Según las necesidades y objetivos de cada emprendedor, le vendra mejor una franquicia u otra. Es clave hacerse con toda la lista y estudiar bien las opciones, teniendo en cuenta todos los detalles: las obligaciones económicas del franquiciador al iniciar el negocio y después mes a mes, el recorrido y reputación de la franquicia, qué ofrecen a cambio…
Emprender con una franquicia es quizá más sencillo que desde cero, pero la parte previa de investigación es más importante: una vez decidida la marca y firmado el contrato, la libertad de acción es mucho menor. Claro que también serán menores los quebraderos de cabeza asociados a lanzar un negocio.