¿Y si Sony se centrara en la PlayStation?
Tras la escisión de las divisiones de audio y vídeo, muchos ven en la Playstation la solución para salvar a la compañía.
Están siendo unas semanas moviditas para Sony, en plena reestructuración de unidades y presentación de planes para rescatr al barco del fondo del mar. Tras escindir la unidad de televisiones el año pasado, ahora le toca el turno a otras dos, la de audio y la de vídeo, con las que la compañía creará también empresas separadas (aunque de su propiedad). La pregunta que surge enseguida es, por supuesto, la de quién es el próximo y qué unidades Sony debería directamente vender, como hizo con la de los PC, en vez de solo escindir. Y una respuesta suena cada vez más alta: la de los móviles. Y el resto, en realidad.
Pensar que Sony podría deshacerse por completo de su unidad de dispositivos móviles no es para nada descabellado. A pesar de, tras haber empezado con muy mal pie (muy tarde), haber conseguido convertirse en una marca reconocida en el mundo de los smartphones, algo que nunca consiguió Nokia, las ventas no acompañan. La división móvil es un lastre que solo provoca pérdidas, por lo que tiene sentido que en Sony la quieran ver lejos. Y el propio Kazuo Hirai, CEO de la compañía, lo ha dicho abiertamente: no descartan vender las unidades de televisión y de móviles.
¿Cómo quedaría Sony si esos planes se llevaran a cabo? Se quedaría con Sony Pictures Entertainment, todavía en su poder aunque muy dañado tras el ciberataque de finales de año, la división de la PlayStation, y con su negocio de sensores de imagen (básicamente, se los vende a Apple para las cámaras del iPhone). La compañía que durante varias décadas fue la reina de la electrónica de consumo se queda sin teles, sin reproductores de música, sin cámaras, sin dispositivos móviles.
Se quedarían solo las partes que siguen dando dinero a la compañía japonesa, incluso en tiempos difíciles, y podrían centrarse en ese producto que todavía es el rey en una industria: la PlayStation gana por goleada en reconocimiento dentro de la industria de los videojuegos a la Xbox de Microsoft; mientras que Nintendo continúa luchando por mantenerse en pie desde hace años.
El cambio de liderazgo que muchos prevén
El CEO de Sony es desde 2012 Kazuo Hirai, pero son muchos los que creen que tiene los días contados. Y es que todas las últimas decisiones de reestructuración de la compañía, decisiones que en general están contando con el favor de los accionistas, tienen el sello de alguien distinto. Detrás de ellas está Kenichiro Yoshida, CFO de la compañía desde el pasado, e impulsor de la estrategia de escisiones para obligar a cada división a centrarse más en su negocio y a asumir responsabilidades.
La estrategia parece estar dando resultado: los últimos resultados trimestrales presentados por la compañía nipona fueron mejores de lo esperado, la previsión de pérdidas para este año (hasta marzo) se ha reducido y hasta esperan poder lograr beneficios el año que viene. Los analistas e inversores, por supuesto, están contentos con este resultado, algo que se ve en el valor de las acciones de la firma. Desde el nombramiento de Yoshida en abril, las acciones de Sony se han disparado más de un 70%.
Son cada vez más los que empiezan a hacerse la pregutna: si Kenichiro Yoshida ya maneja de alguna forma a Sony en la sombra, ¿no debería ser ascendido a CEO? Al parecer los rumores de un cambio de liderazgo empiezan ya a circular por la compañía. No se sabe cuándo ni cómo tendría lugar el cambio, pero la mayoría apuntan a que dentro de un año, cuando se entreguen los próximos Oscar, en el sillón de Sony quien estará sentado será Koshida.