Bueno, está visto que no hay manera para los diabéticos de huir del hecho de parecer un personaje de Trainspotting, pero al menos tomar pastillas resultaría mucho más cómodo que pincharse.
Para crear esta droga sustituta de la insulina, durante 10 años han estado investigando con más de 3 millones de estructuras moleculares tridimensionales con características claves similares y que actuara en el organismo de manera similar sin tener el problema de ser digerida en el estómago.
El profesor Erik Helmerhorst y su equipo de la Universidad Curtin ha estado colaborando con la farmacéutica australiana Epichem y esperan empezar las pruebas clínicas en los próximos 5 años.
Ahora que si los diabéticos suelen tomar dosis muy diferentes entre ellos, no tengo muy claro como piensan organizarlo sin que tengas que inflarte a pastillas como si se tratara de un aficionado del tuning por la ruta del bacalao. [Curtin University]
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